Esta semana le dimos la despedida a nuestro compañero y amigo, don Enrique, quien con casi 79 años por fin se convenció de que tenía que descansar de una larga vida de trabajo. Estiró el chicle lo más que pudo, siempre encontrando una excusa para trabajar unos meses más, y así nos acompañó por varios años.
Contar con Don Enrique fue un honor para ADAPTOR Chile, una persona de la Vieja Escuela, o mejor dicho de la Gran Escuela, en donde el compromiso con su trabajo es patente, siempre buscando como mejorar, y a veces con un dinamismo que sorprendía a colegas que no alcanzaban la mitad de su edad.
Gracias por acompañarnos todos estos años, y le deseamos que disfrute con su familia su más que merecido descanso.
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